30 jul 2008

Bailarina

Escucho, escucho quizás al Sol bailar
ritmos y pasos, esa fuerza,
ese lago de coreografías
hacen a mi corazón palpitar con potencia.
La magia del arte, la magia de un sueño.
Nadie posee nuestro futuro,
nosotros lo moldeamos,
lo creamos con nuestro baile, nuestra música,
nuestra imaginación.
El mundo es grande, el mundo es pesado
pero mi sueño hace que vuele,
hace que crezca y viva la danza.
Hoy soy feliz, ¿y mañana?
Con miedo no logro nada,
al salir por la puerta y ver ese teatro, esa audiencia,
escuchar, escuchar mis aplausos, mis propios aplausos.
¡Felicidad divina! ¡Mi Dios es grande!
Esta es mi función, esta es mi vida.
Este, ¡este es mi ARTE!

2 comentarios:

Cristibel dijo...

Y lo mejor que podés hacer, precisamente lo estás haciendo: vivirlo intensamente. ¡Brillás en el escenario!

EstebanM dijo...

"Quisiera alcanzar tu arte o al menos tu reflejo, pero eso es lo que soy precisamente, un dejo de tu ser, un suspiro olvidado".
Vivir intensamente, como si no hubiera un mañana, un ahora, un después. Aclarando las visiones y tejiendo palabras, poniendo un pie a la vez. Sin temor a lo absurdo, aferrandose a los deseos, saltando a los abismos.