27 jul 2008

Madre Naturaleza, día mundial del medio ambiente 07


No encuentro palabras para describir mi amor por ti. No hay mejor Madre que la mía, la nuestra. Extraño tanto ciertas cosas, extraño a ese Duende, pero sé que en ti él está.

Cerrar los ojos e imaginar que estoy rodeada de selva y flores, olores que me llevan a volar y soñar, ser feliz. Pienso qué sería de este mundo sin tanta belleza, belleza de la perfecta… sería un infierno, una muerte brutal de fantasías.
Ver la luna, las estrellas, el sol, la mar, los colores de tu naturaleza, los árboles, las flores, las nubes rosadas y los celajes, todo ser vivo que habite en este mundo es perfecto y único ante mis ojos.
Mi centro de paz, mi centro de reflexión.
Es increíble cómo se puede llegar a amar algo tan grande. Yo soy algo tan insignificante en esta Tierra si hablamos de tamaño.
¿Por qué no conservar la Tierra lo más que podamos? Ella sólo necesita amor, ella es fuerte pero los seres humanos abusamos de su poder, de su magia, destruyéndola y dañándola a tal punto que muchos piensan que la vamos a desaparecer. Es triste pensar que esto podría ser verdad, por esta y otras razones yo llegué a cambiar para bien, entendí lo importante que es preservar a la Madre Naturaleza, entendí el amor que hacia ella se puede tener con más fuerza cada día, entendí que la admiración hacia ella no tiene comparación. Cierro los ojos para darte gracias por tu belleza, por las energías, magia, fantasía, alimento, felicidad, amor que nos das, te doy gracias por la paz que me transmites. El fuego es mi mejor energía y en presencia de ella lloro de orgullo de que estés viva en todo el mundo.
La danza me conecta con tus raíces, bailar me hace sentir parte de la Tierra, imitar aquellos movimientos que provienen de la naturaleza. Cantar en presencia del mar, cantar observando el cielo, saber que esa voz proviene del corazón. Saber que danzo a la diosa, al Universo.
Soy feliz como soy, ignorando comentarios, amando cada día más a mi Madre y cambiando para así cambiar al mundo. Me enorgullece saber que he logrado cambiar pensamientos de algunas personas, para bien, con respecto a la naturaleza.
Mi sangre es de la tierra, mis caderas de la luna, mi pecho del cielo y mis cabellos del mar.
Hoy, que es el día mundial del medio ambiente, aprovecho para dar gracias y pedir por la paz en cada persona y así, que abran los ojos y observen las cosas que de verdad importan en este mundo.

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