28 feb 2009

Incógnita


¿Por qué no dedicarse a sólo leer?
A veces quien escribe necesita tomar alguna vacación,
ahogándose en placeres distintos.

Hoy tuve ganas de besarlo,
cada beso es distinto:
algunos están cargados de color,
otros te llevan a volar por ahí,
o te hacen nadar.
Tuve ganas de tenerlo entre mis piernas
y besas sus mejillas.

Quizás he querido llorar;
quizás me haga falta hablar más,
no sólo del vivir, sino de mi ser...
Poseo muchas cosas que ni conmigo misma suelo conversar.

A veces todo es sentir, o simplemente observar.
Muchas veces ese suele ser mi medio de comunicación.

Me meto en un libro que me ha sacado las lágrimas y me choca en el alma,
me salgo un rato de la vida y sólo disfruto esas letras.
Sentimientos en papel que activan la imaginación y nos conmueve.

Fuera del sistema, me convierto en una chica observadora,
maravillada de la vida, de los mágicos logros de la naturaleza.
Cierro mis ojos y me dejo deleitar por música que dicen
que destruye el cerebro poco a poco, si es así,
¡qué buena forma de ir muriendo!
Abro los ojos para sólo ver y volver a maravillarme.
Ahí luego comprendo que conozco más de lo que puedo expresar,
pero a la vez no conozco ni la mitad de lo que podría.

Creo en mis habilidades y agradezco el apoyo de seres
que uno bien sabe que valen la pena
y marcaron el corazón de uno.

Vidas vienen y van en esta Tierra.
Esta dimensión llena de misterio,
y esa 'incógnita' que de nada sirve saberla.
Sólo yo sé cuándo comenzó mi vida,
sólo yo sé lo que he vivido
y sólo yo sabré el viaje luego de 'la muerte' en la Tierra.
Muchos libros pueden acercar conocimientos a lo que ES,
pero es mejor vivirlo y creerlo,
que materializarlo y dejar de lado
la verdadera importancia del SOMOS.

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