Hoy tuve la maravillosa idea de tirarme de la copa de un árbol
y luchar en contra de la gravedad.
Lo mejor de todo es que... no funcionó,
esta vez mi fantasía fracasó.
Tuve un viaje astral,
un tour inolvidable y difícil de contar.
Unas voces sonaron desde el fondo de mi cabeza
y comencé a tener la vaga gana de querer despertar.
Pasé por un viaje lleno de colores,
pero el fondo seguía siendo negro,
todo iba tan rápido, parecía un túnel del tiempo.
Sentí una fuerte energía sobre mi pecho
que me presionaba con más fuerza al suelo.
Traté de calmar los latidos de mi corazón.
Conté hasta diez:
uno, dos, tres, cuatro, cinco, ..., seis, siete, ocho, nueve, diez.
Nada.
Abrí un ojo, el derecho, y no divisaba nada.
Comencé a sentir mi respiración más tranquila y pasiva.
Respiré profundo tres veces y
comencé a sentir mi cuerpo, estaba viva, claro.
Abrí el ojo izquierdo,
y pude observar vagas figuras borrosas y muy poco color.
Lo cerré de nuevo.
Moví los dedos de mis manos,
ambas manos tronaron y fue una liberación de estrés tan inmensa.
Sentí zacate en mi espalda,
sentí rocas en mis pies y de nuevo respiré.
Ahora sí, abrí ambos ojos y pude ver todo,
veía a través de la gente,
veía sus energías y todo era de colores tan intensos
que podía definir perfectamente los pájaros de los árboles.
Me sentía aliviada, volví a contar hasta diez,
para ver si todo estaba en calma:
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, bien, seis, siete, ocho, nueve, diez.
¡Sí! Mi corazón volvió a palpitar de una manera tan sabrosa y la respiración me llenaba tanto.
Un momento realmente mío,
realmente feliz y provechoso para apertura mental.
La gente me observaba extrañada
y yo los veía con los ojos bien abiertos,
les sonreí, y les dije:
"¿¡Qué, todo bien!?"
Me levanté y me fui en bicicleta a mi cabaña de madera.
1 comentario:
Sitio hermoso, como tus danzas y sueños. Saludos. Pasaré seguido.
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