4 ene 2009

Viaje Magenta

Mi reloj del tiempo es un largo trayecto de arena movediza algo rosada,
mi vida podría perfectamente compararse con la de un arco iris.
A veces brotan del suelo peces que vienen nadando por el agua subterránea
de las vías sanguíneas de la Tierra.
Una vez topé con un Sol gigante que llevaba gafas rayadas
color verde fosforescente pero con la luz de la Luna se tornaba
de un color morado tornasol, mezclado con esas piscas de
azul que salen en el desayuno cuando uno amanece golpeado
por los dados nocturnos que lo persiguen a uno hasta en los sueños.
Mis tardes suelen ser de café en tazas grandes y retro,
algo así como tomar 'orange crush' bajo un atardecer
en la playa en épocas ácidas.
A mí me gusta que las orugas se disfracen de colores y con alas,
se vuelven totalmente libres con sus vuelos entre cristales infinitos,
entre el domo terrestre bombardeado de estrellas y plancton por las noches.
Me agrada escribir porque así se me llena la boca de mágicos alimentos
y bebidas tales como té verde blanco lleno de limones transparentes
y naranjas del prado de mis amigas las arañas.
Una vez desperté con la idea de estar saboreando aguas negras,
inmediatamente abrí los ojos por entre las olas mañaneras
y le escupí al espejo brillantes y zafiros,
todo gracias a que soñé ser minera en tierras lejanas del mar.
Me gustan mucho las conchas, a veces las uso para vestir,
hago mucho ruido, pero eso es lo de menos,
a mí me parece que es música para mis oídos,
como la de los conciertos en plazas abiertas llenas de
personas eléctricas ahogadas en alcohol o
sustancias inofensivas y sonrientes.
Sería genial tomar vitamina D en el jardín de la casa con sólo
un bikini de carita feliz, sería uno todo un personaje
maravillado del vivir.
Los reflejos del alma en el corazón de los demás me parece
que es la mejor manera de dar un abrazo,
como esos que dan los niños al recibir un algodón de azúcar
que se robó un duende de una feria gitana de por ahí.
Insisto, a veces mi vida parece ser un arco iris o una historia fantástica.

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