23 ene 2009

Tierra y Universo


Somos lo que somos gracias a la Tierra:
de ella sacamos nuestros alimentos,
los productos de las fábricas toman como base un producto natural.
Es curioso como todos nos sentimos identificados al ver la Luna,
sentir el Sol en la piel, jugar con la arena o la nieve,
todos reflejamos siempre un grado de amor hacia la naturaleza.
A veces el cuerpo pide relajación
y es justo el momento en el que nos vamos de paseo
a la playa o a la montaña,
incluso al jardín de nuestro hogar a simplemente estar.
Las noches estrelladas, esas noches cálidas y motivantes,
este planeta verdaderamente es precioso.
Y justo en la naturaleza es donde se evidencian con más fuerza
los detalles, todo está compuesto por detalles:
desde los diminutos pelillos del pasto hasta los hongos que crecen sobre los árboles;
desde la tierra mojada llena de insectos y raíces hasta las piedras cubiertas
por musgo en un río.
Y nosotros casi no nos detenemos a observar esas pequeñas cosas.

Las personas no suelen apreciar las figuras del fuego,
con su alma danzante y esa fuerza que emana,
ese elemento de la Tierra que recuerda de dónde venimos,
hasta sus colores cálidos activan el palpitar del corazón.
Pienso que no basta con decir un simple "gracias por la Tierra y el Universo",
pienso que ese agradecimiento va más allá de.
Cubre toda actividad que seamos capaces de hacer.
Porque todo en la vida se debe de hacer con amor.
Cada día es una manera de expresar que tenemos vida,
cada día es un ritual y una bendición.
El hecho de tener salud y consciencia es de lo que más
debemos estar agradecidos.
Dar gracias es quizás lo más que podamos hacer por todos
los regalos del día.

Somos amor y vivimos gracias a los elementos,
somos bañados en cinco o más sentidos
y todos los estados de la materia son un presente maravilloso.
Es imposible pensar en todo por lo que hay que dar gracias,
pero todo se resume en Tierra y Universo.

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