Me salen ronchas en los dedos cada vez que toso sudor de oso.A mi hermano se le abre el ojo a la mitad cada vez que come almendras de nido de dragón.
Mi mamá sufre de asma gracias al pelo del elefante del vecino.
En mi colegio prohibieron el café puesto que tiene una sustancia que duerme a los estudiantes cuando escriben en cursiva.
Las alergias son varias en este lugar, pero no es el planeta el que las causa,
es la gente que ya no sabe qué inventar,
así que se infecta hasta de lo que no tiene cura en Júpiter
y dicen que son alérgicos al agua de mar.
Sedantes, analgésicos, antidepresivos, antibióticos...
¿qué más puede el hombre fabricar?
Ojalá existiera la herbología en cada pueblo de la ciudad,
a ver si acaso la gente abre la mente a que las plantas sí curan.
Los químicos son interesantes, no diré que no,
pero hay ciertas dosis que mejor me guardo mis comentarios.
A fin de cuentas no hay que ser extremistas.
Al menos sin algunas pastillas no se tendrían buenos momentos,
puesto que están "de lado" al sentimiento de salud.
Algún día el menú dirá: arroz con calamares y una pastilla de benadril.
O la solicitud del gimnasio advertirá que es necesario tomar una pastilla de arcoxia al salir del lugar por aquello de dolores musculares.
¿Y para el dolor del alma? ¡Paxill señores, claro!
2 comentarios:
Excelente texto. Aplausos.
Es mejor tener farmacéuticas. Crean más trabajo.Más dinero.
Las plantas no son comerciales como una pastilla, un opioide comercial es más fuerte que el natural. Más sintético. Menos nuestro. Menos de todos. Más para algunos. Menos para todos. Salud= dinero. La salud se juega en las bolsas de valores y no en el corazón ni en el espíritu humanitario que nos ha hecho sobrevivir más tiempo que otras especies. Extinción....
Viva la tierra, la única que sabe porque hace las cosas y nunca se pregunta si hace bien o mal, solo lo hace y nosotros nos enamoramos de sus creaciones.
Paz
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