12 dic 2008

Culto Lunar


Son casi las 4am y el llamado de la Luna llena me ha despertado,
estoy hechizada bajo los misterios de su noche.
Esta luz escarlata sobre mi piel,
mis hombros son guiados a la danza.
Es tan poderoso como una bella luz del cielo puede ser tan místico
y nos puede dar tanto.
Sus energías son mágicas y al menos a nosotras
nos hace sentir más mujeres,
crecemos junto a ella con cada ciclo.
Esta noche es bella, no sólo por ese enorme satélite
que se asoma por la ventana,
sino porque la noche en sí estéticamente está fantástica:
con sus maravillosas estrellas, las pocas nubes danzantes y el color azulado,
el ambiente perfecto para un ritual espiritual.
El sonido del río y la brisa me cautivan el alma,
me consumen en una especie de escalofríos
que no sé si sudar o tener frío.
Siento mi abdomen contraído y los pies tensos,
este simplemente es un momento para ser y sentir, vivir.
El aura amarillento de la luna
hace que las nubes que pasan a saludarla
se combiertan en un manto de aspecto sucio,
le da un toque mágico al asunto.
Me pregunto si habrán duendes observando mis manos,
si habrán seres llamando a que los acompañe,
ese bello ritual navideño,
no es sólo que el cabello crece si se corta
o que las mareas aumentan en potencia,
es todo un proceso donde la mente se conecta con el alma
y el cuerpo en una especie de purificación universal,
se conectan todos los estados y se activan todos los sentidos.
Es justo la hora de abrir el pecho hacia algo más,
de saborear el placer y esa paz que lo hacen a uno meditar
y sentir el cuerpo, la función de la respiración
y el deber de los latidos del corazón.
No es momento de desesperación,
esta alucinación a otra dimensión
se vuelve cálida y musical.
No me diga nada, sólo acompáñeme y descúbrase,
es cuestión de conocer la mente.
|P|A|Z|

1 comentario:

Cristibel dijo...

Sentiste la Luna. En todas sus dimensiones. Saludos desde ella.