26 oct 2009

Sal en la sangre

Desaparecer paulatinamente en una luna bella y creciente,
que no se ve,
pero se siente.

Me encontraba caminando y un niño con alas me tiró una bola en los pies,
descubrí que era un sobre arrugado...
Era una invitación a mi propia muerte.
Sólo porque preferí morir que aguantarme el dolor de intestinos nocturno...

Mis sueños comenzaron como un reloj de arena demente,
ahora se volvieron pesados,
pesadilla tras pesadilla;
ganas de vomitar,
dolores de estómago,
vértigo...
Sueño que no soy yo, y me odio.

Tras un suspiro de aire verde vuelve la paz a mis pulmones
y quinientos mil orgasmos vuelan por la mente, por el cuerpo.
Podría escribir un libro sobre el Tantra.

Dormir como un bebé; jugar a los dados y asistir de nuevo al circo.
Dejar el medio de comunicación tirado
y palpar la sangre que vierte de la mano.
Jugo de limón + tequila para evitar contagios y generar cicatrización.

Piel caliente y música en la ciudad...
Pero aquí todo desaparece paulatinamente.

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