29 jul 2009

La locura: Un estigma de la sociedad

Como ya sabemos, un estigma es símbolo de esclavitud, se lleva como una marca que rechaza, puesto que aquellos temas que son estigmas para la sociedad son de los que no se suele hablar debido a los prejuicios o la mala reputación que ellos dejan ante quien los menciona. Entre estos estigmas podemos encontrar la drogadicción, la homosexualidad, el sexo, y entre un gran listado más se encuentra el tema de la locura, cosa que se suele hablar sólo en psiquiátricos, y a la vez se utiliza la palabra 'loco' para tachar a alguien por pensar o actuar diferente dentro de un grupo 'normal' de personas.
Lo normal no existe, existen estereotipos aptos para seguir y ser 'perfectos' ante la sociedad, pero nada dice que eso sea normal o no, simplemente se vuelven un modelo controversial que involucra masas de seguidores. ¿Esto por qué? Quizás porque la gente tiene miedo a ser diferente, ese temor a vivir tachados de algo fuera de lo normal como lo es la locura por el simple hecho de sobrepasar límites dentro de lo cuadrado y cerrado.
Existe la teoría de que aquellas personas que triunfan en la vida, además de nunca dejar de trabajar por sus sueños, se salen del esquema y son creativos, buscan algo original y diferente que presentar a los demás, donde al final, esas personas aprenden más de lo esperado. La clave es nunca darse por vencido, por más que las malas lenguas ataquen la espalda de los que de verdad sudan por sobrevivir en este mundo hipócrita y competitivo.
¿Por qué locos? Existen varias definiciones ligadas a este término, como la persona enferma mentalmente; a la vez que se puede definir como una expresión de inmensidad: estoy loca de amor. Pero esto no concuerda con lo que estoy comunicando. Yo me refiero a la definición por excelencia que es esclava de ese estigma que ha sido clavado desde siempre en la sociedad. Se dice que un loco no tiene definido el límite entre lo real y la fantasía, pero dígame usted: ¿cuál es ese límite entonces? ¡No existe! Nadie lo sabe, pero el que juega con ese límite imaginario ya es esclavo de las palabras de los de afuera. También se le dice loco a aquel que suele jugar con su imaginación, aquel que es creativo ante las situaciones del cotidiano vivir, aquel que no tiene miedo a decir las cosas expresándolas ya sea con el habla, las señas, el arte en general e incluso, alguna ciencia o las matemáticas.
El loco, dentro de su cuerpo refugiado en este universo tan amplio, es dichoso, porque ve la vida desde otras perspectivas, cosa que la gente estándar no goza o no entiende, así que dentro de sus celos y falta de conocimiento de lo que el creativo expresa, se le prefiere tachar de loco sin vacilación alguna.
Se han creado estudios que encarcelan más de la cuenta al loco, puesto que no lo hacen ver las cosas como son, sino que lo hacen vivir bajo una mentalidad farmacodependiente, es triste porque hay maneras más sanas y naturales de combatir ese 'problema' mental. Aunque al uno reflexionar se llega a la conclusión de: ¿quién será el verdadero loco, él o yo?
Tema de miedo para las personas, claro, miedo porque el mundo está loco y son pocos los que se salvan. ¿Acaso no es una locura ocasionar guerras por dinero, matar por venganza, dañar la naturaleza sin razón alguna, destruir el propio cuerpo por odio hacia lo superficial? Entonces, ¿qué daño hacen los locos? Ninguno... más bien, gracias a ellos se han creado logros espectaculares en la ciencia, la música, el arte en general, entre otras cosas. Gracias a estos locos muchos somos lo que somos hoy. Desgraciadamente, el ser diferente en esta sociedad es un proceso más deprimente del que se cree, puesto que nadie toma en serio nada, y el salirse de ese materialismo masivo cargado por 'normales' es ignorado para muchos, odiado para otros y tachados para uno mismo, pero siempre se sigue adelante con la frente en alto.
Creo que es hora de dejar tabúes y estigmas a un lado, hemos evolucionado tanto que es el momento para que las personas 'no especiales' abran los ojos y la mente, y que dejen de burlarse de aquel que siempre quiere ir más allá de todo. Al fin y al cabo, muchos de nuestros conocimientos adquiridos hoy en día son gracias a esa pequeña población de personas con otros puntos de vista, con ese espíritu elevado y esa mente abierta unida a los sentidos exaltados, que poseen la sensibilidad, el amor y la confianza en ellos mismos para aceptarse como son, sin miedo, y poder gritar sin importar en lo que piensen o digan los demás: ¡Estoy loco!

Diane Rothschild
2abril2009

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